El dolor de espalda crónico y las lesiones de espalda son comunes en personas de todas las edades. Es posible que te hayas doblado o torcido mal y hayas sufrido un tirón en la espalda. Quizás hayas olvidado doblar las rodillas al levantar un objeto pesado. Incluso quienes practican deportes o hacen ejercicio con regularidad pueden lesionarse la espalda.
La mayoría de las lesiones y dolores de espalda se deben a que los músculos de la espalda no están bien fortalecidos ni acondicionados para brindar el soporte necesario. Independientemente de su edad y condición física, es muy recomendable consultar con un profesional médico calificado antes de comenzar cualquier rutina de ejercicios para la espalda después de una lesión o para aliviar el dolor crónico. Según las causas y síntomas subyacentes, algunos ejercicios podrían ser más perjudiciales que beneficiosos. Al consultar con un profesional médico, sabrá exactamente qué ejercicios son los más adecuados para su situación y necesidades específicas.
Un ejercicio que la mayoría de la gente asume que ayuda a fortalecer la espalda son los toques de dedos de los pies. Otro son los abdominales completos. Sin embargo, estos ejercicios ejercen mayor presión sobre la columna vertebral y la espalda, por lo que podrían no ser la mejor opción para usted. En su lugar, haga abdominales parciales (abdominales). Al estar acostado boca arriba, con las rodillas dobladas y los pies firmemente apoyados en el suelo, ejerce menos presión sobre la espalda, a la vez que ayuda a fortalecer los músculos abdominales y lumbares. Otro ejercicio beneficioso que puede probar es el estiramiento de isquiotibiales. Mientras está acostado boca arriba, use una toalla o una cuerda de ejercicio alrededor de la planta del pie para ayudar a levantar la pierna y estirarla. Una vez estirada, doble el pie hacia arriba (hacia el cuerpo) y manténgalo en esta posición durante 20 a 30 segundos.
Si se está recuperando de una lesión o tiene dolor de espalda crónico severo, debería evitar las elevaciones de ambas piernas. Levantar ambas piernas del suelo exige mucho la zona lumbar y el torso, y podría empeorar el dolor. En su lugar, doble una pierna y apoye el pie firmemente en el suelo. Luego, levante y mantenga la pierna a una distancia de 15 a 20 cm del suelo durante unos diez segundos. Las flexiones de espalda son otro ejercicio que puede probar para fortalecer la espalda. Este ejercicio es similar a una abdominal invertida: se acuesta boca abajo y usa las manos para levantar los hombros. Una vez que se flexiona los hombros, intente mantener las manos y los codos firmemente apoyados en el suelo y mantenga esta posición durante un breve periodo de tiempo.
Los ejercicios mencionados anteriormente son solo algunos de los que su médico podría recomendarle y que se sugieren para tratar el dolor de espalda crónico y las lesiones de espalda. Al aprender nuevos ejercicios, tómese el tiempo para aprender la forma y las técnicas correctas con un profesional antes de hacerlos por su cuenta. Entre ejercicios, recuerde alimentar su cuerpo con proteínas y barritas energéticas , además de beber abundante agua.